lunes, 15 de septiembre de 2008

¿La policia? Err.. ¿Una fiesta? ¿Nosotros? Que vaaaa

-Buenos días, venía a ver el piso

-Sí, pase, bueno... er... cuidado con el sofa, la tele... si... esa esquina es su cuarto...

-Donde... ¿ahí? ¿Donde está la alfombra que pone Scruffy, el perro?

La vida esta tan mal ultimamente que si vas a independizarte, ha de ser en alquiler, y a ser posible, con compañeros de piso. Es por ello que existe una verdadera fauna en las calles de las ciudades que, por experiencia propia, relataré más adelante.

De primeras, ya es complicado encontrar un sitio dónde quedarte sin más, y que encima sea decente... mucho pedimos. En la mayoría de las ciudades, los caseros se convierten en traficantes de metros, de dinero y contratos... ¡Cuidado con esas abuelitas con piso en alquiler de renta antigua!

Y es que la sensación de que la señora casera viene sería lo más parecido a quedar con un famoso narcotraficante para comprobar la mercancía...

-Veamos... (pasito, frunce el ceño, se toca la barbilla, se gira...) / El Narco pesa la coca

-Hum (observa la grieta de la pared) / La huele

-E... eso ya estaba señora... (dices temerosamente) / -Ya le dijimos que no había sido una buena época

Ella levanta la ceja y dice:

-Aha / El Narco te perdona la vida

-¡Se... se lo juro! / -¡No me mate!

-Lo se... / -Lo dejaremos pasar...

(Silencio sepulcral...) De repente dice:

-¿No hay algo que me tengais que contar? / -¿Os ha seguido la poli?

-Er.. ¿no? Ah... bueno... mmmm... ¡le juro que lo de la Policía no es verdad, son todo invenciones de los vecinos que tenían envidia de nuestra fiesta de fin de año! / -¡Yo no quería, de verdad! ¡SOCORRO!

Es entonces cuando quieres que te trague la tierra que se soluciona cuando algún compañero entra en casa. La sensación de que Superman ha venido a salvarte te hace dar un salto e ir a buscarle con la mirada de cordero degollado...

-¡Tío, que ha venido la casera de sorpresa!

Y el compañero dirá:

-¡No me jodas!

Y es posible que añada:

-¿Y ha entrado en mi cuarto? ¿Le has dicho que esas plantitas son en realidad para un proyecto de ciencias? (con cara de terror)

Y entonces ambos deseareis que llegue a casa otro compañero... con la posibilidad de que pasara algo parecido pero... ¡La unión hace la fuerza!

Y es que, aunque haya diferencias entre los compañeros, en esos momentos son los que más unen... Y aun así las diferencias siempre salen en los momentos más críticos, como por ejemplo, ten la seguridad de que si uno/s de los compañero/s decide/n hacer una fiesta, UNO de ellos tendrá que acostarse temprano esa noche... Y la famosa frase de "Te prometo que no haremos mucho ruido..." se convierte en una constante en la mente de aquel que no está en la fiesta por cada CHUN CHUNDA que se escucha hasta su habitación.

En esos instantes solo se pueden hacer tres cosas:

-Aguantarse malamente (complicado)

-Salir del cuarto gritando "¡MECAGOENTODOLOQUESEMUEVE!"

-O salir directamente, agarrar una copa e unirse con ganas de juerga (y es que a veces lo mejor para estudiar es aprender a relajarse :P)

Al fin y al cabo, como todo el mundo sabe, existen distintos compañeros de piso:

-El lumbreras: bajo el brazo, llegará al piso con un ordenador y cajas y cajas de apuntes... No le pidas que haga una fiesta, porque no habrá opción 3, de las anteriores... Este compañero es el ideal para encontrarse con la casera, ya que, como una simbiosis, este será quien le de tranquilidad o por la pinta de "serio" que tiene o porque será su soplón...
Frase famosa: "...o se lo digo a la casera!"

-El fiestas: como su propio nombre indica, es el que está todo el día haciendo fiestas en la casa... curiosamente, siempre con personas distintas... también es el que suele despertarse el último en la casa, el que apenas cocina porque le invitan... pero eso sí, ¡el tío es supermajo! No nos engañemos, es él el que desea que nos caiga genial... ¿será para librarse de los quehaceres?
Frase famosa: "Pues conozco a un tipo que..."

-El coleccionista: solo se sabe que colecciona cosas... muchas cosas... Nada en particular pero de todo un poco. Se distingue porque la puerta de su cuarto apenas puede abrirse... Llega un momento en el que el resto de compañeros cree que lo que colecciona son ratas... Curiosamente, sabe cuándo han entrado en su cuarto como si tuviera un sexto sentido o como si pudiera comunicarse con las cosas que "colecciona"...
Frase famosa: "Pues dejalo ahí mismo..." o "¡Quién ha entrado en mi cuarto y ha movido mis cosas!" (como si pudieran moverse más...)

También tengo que hablar sobre el compañerismo entre chicos y chicas... aparte de ser complicado por la definición tan distinta de "ordenar", "recoger" y "limpiar" que tienen unos y otros, son complicadas por distintas razones:

De ellas:

-Encontrarse un tanga por ahi tirado... es algo que al hombre pueda hacer inclinar la balanza sobre compañera e intento de ligue... o también que se le pase por la cabeza gastar la broma de entrar en el cuarto de ella diciendo "Se te ha caido algo" con el tanga en la cabeza... (mala idea amigo, aunque eso sí, bien graciosa xD)

-Entrar en el baño común... y ver tampones usados, o matas de pelo en el desague, o volver a ver ropa interior... definitivamente al hombre le da algo...

-Las fiestas de chicas... ¡qué mala es la mente del hombre que intenta imaginar con una sonrisa bobalicona lo que ocurre en la habitación de su compañera!

-El uso del telefono con los "¡Jo tía qué fuerte!". No creo que haya cosa más frustrante para el hombre que no dejar de oir eso en todo el día...

-Las mujeres también roncan... creedme.

De ellos:

-Directamente encontrarse ropa o gallumbos tirados en algún lado fuera del cuarto de él... Chicos, a ellas no les pasa lo mismo que a vosotros... seguramente, te echará la bronca... Y es entonces cuando tampoco es conveniente sonreir seductoramente y decir "¡Reconoce que te pone!" No, no le pone, de verdad...

-La tapa del vater... esa maldita tapa causante de tantos conflictos de convivencia... ¡Cierrala!

-Los amigos de él... ten en cuenta que uno o más intentarán ligarsela...

-El concepto de cocina... es igual de distinto que el de la limpieza. El hombre come lo que sea, la mujer, creeme, no... así que antes de hacerle la cena, preguuuuunta.

-Ellos roncan más fuerte...

Como veis se podría realizar un verdadero estudio psicológico con todas estas vivencias... En esa época para mí, aún recuerdo cosas que me parecían curiosas, como por ejemplo, ¿todos los asiáticos dejan una máquina enorme de hacer arroz en la cocina? O ¿por qué entre cada cambio de casa te desaparecen cosas? O ¿cuántas noches se debe pasar en vela para acostumbrarse al jolgorio de los otros compañeros? O ¿por qué siempre te toca la habitación de al lado del que más ronca de toda la ciudad?

Bueno, por si acaso se os han quitado las ganas, os animo a que lo probeis, porque aunque hay conflictos como podeis ver, es una de las mejores experiencias que podríais tener... En esta vida hay que probar de todo.

Otra cosa, lo malo de compartir piso con una chica es que la ropa seguro que nos os la podeis intercambiar :P

"¡Quién no ha bajado la tapa del water!"

Ups, voy a bajarla corriendo, ¡hasta luego!

1 comentario:

Anónimo dijo...

ha ha ha mi primo.... quelle plume !

 
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