lunes, 8 de septiembre de 2008

Dous sa-samer naaaaaiiit (8) (BSO Grease)

Y volví de vacaciones...

Presente quedan en mi memoria cuestiones que me llaman la atención sobre las vacaciones. Los aeropuertos...

Empecemos con la llegada al aeropuerto y el personal que te atiende (al que la descripción de la palabra "atender" para bastantes de ellos deberían escribirsela en la chapita de su nombre...)

Llegamos al aeropuerto con la sensación (siempre) de que se te olvida algo o el temor de que pueda haber algún problema como si el vuelo se retrasa o se cancela, o si te dejarán pasar cual cosa por el escaner. Entonces te diriges a facturar. Tras la larga cola, contemplas cómo hay quienes se llevan una casa metida en maletas y un resoplido acompaña tu sensación de "¿Me dará tiempo a facturar aunque haya llegado con varias horas de anticipación?"

Y nunca entendí a la gente que se lleva de todo en los viajes, seguramente con la pregunta en sus mentes de "¿Y si pasa un tiempo glaciar de repente en la zona donde vamos? Me llevo tambien la ropa de invierno... ¿Y si donde voy no hay cocina? Me llevo la cocina..." Lo divertido de las vacaciones, gente que se lleva toda la casa, es la aventura en esos casos... porque sino, quédate en casa.

Y después de facturar, asqueados de esperar de pie, nos vamos a pasar los controles. Ya comenté una vez la sensación de ser delincuente en el metro... Aquí no es para menos, incluso más. Te sientes todo un terrorista por un instante. Ellos te miran tu maleta por el escaner mientras te quitas todas las cosas de los bolsillos, que también miran... ¡Ay aquella leyenda urbana de la mujer que se lleva el consolador en su bolsa de mano! (no tan leyenda urbana, estoy convencido). Pasas la maquinita y rezas para que no pite. Si pita, te mirarán con cara de "¡Seguro que llevas un arma!" Y como un deja vu, vuelvo a sentir la necesidad de levantar las manos para que me detengan como un acto reflejo de mi subconsciente. Si no pita, una mueca de alivio recorre tu cuerpo. Y ojo con las bebidas, que hay gente que aún no sabe que ya no se pueden subir al avión, ves como se lo dicen y se ponen a beber su cocacola de 2 litros a toda mecha, cuando la mujer le dice "Pero tirala" y el marido le dice "Ni de broma!" con una cara de cabreo considerable.

Una mención especial requiere la T4 de Barajas. En la cual tienes que coger un tren especial para llegar a las puertas de embarque. Unos trenes psicodélicos y con una extraña semejanza con el metro de Tokio, montas en ellos mientras miras el reloj. Definitivamente, con prisas no se puede... ¿Pero esto no era un viaje en avión?

Y es entonces cuando llegas a la puerta de embarque a esperar. Existen los tapones de los nerviosos para entrar en el avión, como si les fueran a quitar el asiento... ¿Y las colas? No hay colas, da igual, se las saltan, ¡DESEAN ENTRAR YA!

Despues de muuuucho tiempo esperando, llegas al avión, con las/os azafatas/os mirandote sonrientes dándote la bienvenida, cuando tu piensas "No estarías tan sonriente si hubieras estado esperando 2 horas para entrar aquí..." Te sientas en el asiento, teniendo que haber esperado a aquellos nerviosos de antes se sienten en el asiento y te permitan pasar a ti por el estrecho pasillo. Cuando te sientas, resoplas, ¿quién no lo hace? al fin ya estas en el avión, ahora toca esperar a que despegue...

Antes de despegar, contemplas las escenas de la gente que lucha por meter su maleta de mano en el compartimento. La gente es muy bruta a veces... con la cara empezando a enrojecerse, empujándola con toda las fuerzas que le quedan... Entonces no entra. Maleta 1 - Viajero malhumorado 0. Tras muchos intentos, al final el viajero gana con el extraño resultado de Maleta 18 - viajero 1, pero es suficiente, y se sienta por fin...

También están aquellos que comienzan a comprobar que todo esta bien. Tocan debajo del asiento, comprobando que el chaleco salvavidas está ahí, comprueba las luces, prueba la almohada, la bandeja... Entonces te dan ganas de acercarte y decir "¿Está todo correcto, señor técnico de aviones?"

Luego está el que pasa cuatro veces por tu lado y te golpea ya sea con la maleta de mano o con su cuerpo. Tu miras y asientes como que no pasa nada, pero a la decimo tercera vez, ya piensas que sobra alguien en el avión...

Entonces, una vez sentados todos, escuchas el sonido orquestal de los cinturones cerrándose: "Click" "Click" "Click" como una dulce melodía que te indica que ya todo el mundo se sentó, y tú te unes a la orquesta con tu click, y vuelves a resoplar de alivio. Parece que queda menos...

Y de repente, comienzan las explicaciones, junto con una de las mayores horteradas, y vejaciones que existen. L@s azafat@s comienzan a hacer los gestos de las explicaciones... pobrecillos... haciendo por un momento de bufones para aquellos que sueltan una pequeñña risa al verlos... Y entonces te preguntas: ¿Quién demonios es el coreógrafo que creó esa danza cómica?

Bien, al fin vas a despegar, y tras momentos de tensión (ya se sabe, el despegue y aterrizaje son los peores momentos) logramos estar en el aire (ojo, pero no en directo :P chiste malo jiji)

Y te relajas, piensas, me da tiempo a echarme una siestecita. Más lejos de la realidad si en el vuelo hay bebes... JUAS!!! Imposible... Si tu vuelo es corto, no pasa nada, si es largo, desearás no tener bebes nunca... ya has tenido ración de bebe por años... U¬¬

Si tu vuelo tiene alguna comida incluida, bienvenido al tetris real. ¿Cómo es posible que te den una mini bandejita para todas las cosas? A duras penas puedes cortar la carne por ejemplo, te conviertes en cirujano por un día... y para volver a dejarlo todo en la bandeja, en arquitecto...

La verdad es que admiro el trabajo árduo de l@s azafat@s, intentar complacer a toda la tripulación (sin pasarse con lo de complacer eh :P), como recoger la basura de tu bandeja, con una sonrisa en la cara tiene su mérito... sobretodo si no parece falsa (¡milagro!)

En el caso de que, por suerte en esta vida, vayas en clase VIP o Bussiness, te dan ganas de abrir la cortinilla y hacer burla a los de dentro... Otra cosa que no entiendo es lo de la cortinilla, ¿por qué la ponen? ¿Para evitar las burlas de los de Bussiness? ¿Para evitar los celos del resto? Yo creo que es para evitar mirar atrás y ver lo apretujados que van ellos y lo cómodo que vas tú. "Cariño, deja de mirar a la plebe" dirá alguno...

Despues de varias o una película, según sea, llegas a tu destino. Y entonces, la espera brutal de nerviosismo por saber si te han perdido la maleta o no te acecha a cada instante... Lo curioso es que si te la pierden, es porque está en otro avión... por lo que la maleta va a viajar más que tú ¿No dan ganas de ser maleta? Pues no... porque tendrás un alto riesgo de que te rompan... ¬¬

Ya sales del aeropuerto con suerte sin estar de mal humor. Entonces empiezan las vacaciones!!! En ese instante, al final, quieras que no, te relajas... Y no nos engañemos, las vacaciones son para comer y dormir mucho!!!

Si vas a un hotel o apartamento, atente a las consecuencias del servicio de los hoteles, que normalmente, a no ser que des propinas, te tratarán como si fueras uno más. Y entonces, contemplaras a los chulos de playa, a los Patrick Suaises (se que no se escribe asi) de Dirty Dancing atentos a cualquier turista que quiera pasar un "buen rato inolvidable". Verás también a los cangrejos de mar humanos (como yo U¬¬) haciendo juego con las puestas de sol... Maldigo la palidez... También verás a los obsesivos morenos betún adoradores del sol... y digo yo... ¿para qué? Dicen que el moreno hace bello, pero sinceramente, lo único que hace es que la gente sepa que has veraneado... OJO para los adoradores del moreno, quitate las gafas de sol cuando estés tumbado... y también ojo con tomar el sol debajo de una palmera, las cebras solo molan en la jungla...

Epoca de chiringuitos atestados, fauna de playa como los que te dan masajes, o los que te venden bebidas... La moda hortera playuna, que dejó de estarlo en los sesenta con los Beachboys, la lucha con la arena de la playas, la guarrada de las duchas llenas de barro, los niños y su pelotita que siempre te da... Para algunos también el amor del verano tipo Grease o Dirty Dancing ya mencionados, hay quienes esperan todo un año para ello, versiones de los Machos elevados a la última exponencia, tened en cuenta que el verano es corto, no pueden perder el tiempo...

Todo un show dignos de mención, como una obra de teatro cómica de Mel Brooks (productor de la mayoria de las películas y obras de teatro cómicas de Hollywood).

Y se acaban las vacaciones... y empieza el drama, después de la comedia, de volver al trabajo. Ahí estoy yo ahora, con Jet Lag y con la sensación de estar perdido en una franja horaria indeterminada, la vida es así... hay que trabajar para poder ir de vacaciones y tener vacaciones para descansar de trabajar y vuelta a empezar...

¡Oh, dulce ironía!

1 comentario:

Johanna dijo...

Ves? te dije que te iban a dejar pasar el Paté de Aceituna, la Cocoa Valor y mi Papitas por el escaner! :P
Me encantó! muestras lo que pasa con tal exactitud que pareciera que fueras azafato o trabajaras en Barajas
Luv U

 
Creative Commons License
One touch of difference by GUILLERMO J ZOILO is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.